La edad no debe ser una barrera en nuestro rendimiento deportivo
Practicar ejercicio y actividades deportivas es fundamental para todos, sin importar la edad o el género de cada persona, pero se vuelve altamente recomendable a medida que entramos en edades más avanzadas si queremos mantenernos saludables y prevenir dolores y enfermedades.
El NHS, el portal británico de salud de referencia, refleja en sus estadísticas que muchos adultos mayores de 65 años pasan alrededor de 10 horas al día sentados o tumbados, y esta falta de actividad causa graves problemas de salud en la población, como dolores y molestias al hacer tareas sencillas como ir de compras o hacer trabajos en el hogar, viendo además reducidas su energía, vitalidad y calidad de vida. Por otro lado, el mismo portal demuestra que las personas que permanecen activas a cualquier edad tienen un menor riesgo de padecer enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares, diabetes tipo 2 y demencia.
Beneficios directos del deporte a partir de los 50 años
Con la edad, la capacidad de respiración se reduce, es habitual un aumento del peso y se debilita nuestro equilibrio y reflejos. Esto provoca que en muchos casos las personas mayores pierdan independencia, y se incremente el riesgo de sufrir caídas. En definitiva, permanecer inactivo es un riesgo a medida que cumplimos años, y practicar ejercicio adaptado a nuestras capacidades y condición física puede ser una gran terapia.
De esta manera, la actividad física permite:
- Reducir el riesgo de caídas
- Reducir el riesgo de obesidad
- Reducir el estrés y prevenir enfermedades del corazón
- Contribuye a la disminución del colesterol
- Lucha contra la osteoporosis
- Mejorar el sistema inmunológico
- Mantener la masa muscular
- Crear un vínculo social, reducir el riesgo de depresión
¿Qué aspectos debo tener en cuenta a la hora de practicar deporte a partir de los 50 años?
Aunque las habilidades individuales y el estado físico de cada persona difieren, podemos establecer que a medida que nos hacemos más mayores, los deportes de equipo más agresivos que practicamos en nuestra juventud (fútbol, balonmano, voleibol, baloncesto…) pueden presentar un mayor riesgo de lesiones. Aunque estos deportes, al igual que los individuales (tenis, atletismo, etc.) pueden seguir siendo practicados siempre que se realicen en el estado físico adecuado, adaptando la exigencia y nivel de juego y tomando las precauciones necesarias, lo cierto es que en muchas ocasiones es una de las causas que provocan un aumento en la tasa de abandono de actividades deportivas según cumplimos años. Sin embargo, lo recomendable es precisamente readaptar nuestras rutinas deportivas teniendo en mente las siguientes pautas:
- No empezar con la actividad física de la noche a la mañana: el entrenamiento debe ser progresivo
- La regularidad es importante para obtener buenos resultados y evitar lesiones.
- Evitar competiciones deportivas y esfuerzos violentos
- Llevar el equipo adecuado: elegir zapatos y ropa adaptados
- Precaución con los cambios bruscos de temperatura corporal y con la deshidratación en temporada de verano
Los adultos mayores de 65 años que estén en buena forma y sin problemas de salud, deben tratar de efectuar al menos 150 minutos de actividad aeróbica moderada cada semana, y acompañarlo de ejercicios de fuerza dos o más días a la semana. Estos ejercicios aeróbicos incluyen actividades como ciclismo, caminar o natación entre otros. En cuanto a las actividades de fuerza, es importante que trabajen todos los músculos principales del cuerpo y se dirijan a tonificar la masa muscular y favorecer el estiramiento y elongación de los músculos para dotarlos de mayor movilidad y recorrido. Estas recomendaciones son de carácter general, y en Altea Sport Clinic siempre insistimos en la necesidad de planificar un entrenamiento adecuado a las necesidades y condiciones físicas particulares.
Recuerda que Altea Sport Clinic no es solo tu gimnasio en Altea, es un centro deportivo especializado donde podemos diseñar un plan de trabajo específico según tu estado físico y situación clínica para cubrir esta cuota semanal, y destinar la rutina de trabajo a reactivar tu cuerpo y ayudarte a devolverle toda su vitalidad.