Aprende a respirar y sácale el máximo rendimiento a tus entrenamientos

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Aprende a respirar y sácale el máximo rendimiento a tus entrenamientos

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La respiración nos mantiene vivos, es un movimiento involuntario del cuerpo que realiza de forma constante y al que prestamos poca o ninguna atención. Sin embargo, concentrarnos en una respiración consciente puede aumentar nuestro rendimiento físico y mental de forma notable, y el deporte es el marco ideal para comprobarlo.
 
Una investigación llevada a cabo en 1983 demostró que los corredores que respiraban de forma acompasada a sus pasos obtenían un rendimiento mayor. En el año 2011, un estudio de la Universidad de Portsmouth llevado a cabo por el Dr. Mitch Lomax evaluó a 12 corredores durante un período de seis semanas y descubrió que los atletas que incluían ejercicios de respiración como parte de su entrenamiento mejoraron su rendimiento en un 15%.
Pero no solo la respiración durante el deporte puede ayudarnos a estar más concentrados y en mejor forma. Practicar técnicas de respiración en diversos escenarios, tanto deportivos como no, contribuye a contrarrestar la ansiedad, el insomnio y otros factores, mejorando nuestra calidad de vida.

¿Estoy respirando de forma adecuada?

La forma más común de respiración ineficaz se llama respiración ‘superficial crónica’, en la que inhalamos un mínimo de aire a los pulmones debido a que respiramos a través del pecho en lugar del diafragma, un músculo grande ubicado entre el pecho y el abdomen.
La respiración superficial puede ser causada por muchos factores, incluyendo la postura, el estrés, la ansiedad y las posibles restricciones físicas. La respiración superficial engaña a nuestro cuerpo para que se sienta estresado y, por lo tanto, cuanto más lo hagamos, más crearemos una respuesta de estrés fisiológico.

A largo plazo, este tipo de respiración puede causar problemas físicos y mentales, como una disminución del sistema inmunológico, problemas respiratorios, estrés y ansiedad. También puede provocar tensión física en el cuello, hombros y pecho, lo que también puede afectar negativamente nuestra postura y al rendimiento deportivo.

Si crees que este es tu caso, en Altea Sport Clinic te resumimos tres técnicas respiratorias apropiadas para corregir tu respiración y enseñar a tu cuerpo a hacerlo de forma adecuada:

Respiración diafragmática (o respiración profunda con el estómago)
 
Es el tipo de respiración opuesta a la respiración superficial explicada en el punto anterior, y es la que los bebés realizan naturalmente, en la que su vientre sube y baja con cada respiración. Como ves, este tipo es completamente diferente a la de los adultos, que en su mayor parte respiramos por completo utilizando la parte superior de nuestro tronco.

La respiración diafragmática tiene una gran cantidad de beneficios tanto para el cuerpo como para la mente. Lo más importante es que activa nuestro sistema nervioso parasimpático, que es el responsable del descanso de nuestro cuerpo, y el mecanismo digestivo. Conserva energía, disminuye el ritmo cardíaco y generalmente nos relaja. También fortalece el sistema inmunitario, mejora la circulación, la digestión y aumenta el vigor. Desde una perspectiva psicológica, la respiración diafragmática también nos ayuda a sentirnos a tierra, tranquilos y concentrados.
Para practicar este tipo de respiración, siéntate con la espalda recta en una silla y cierra los ojos. Concéntrate en tu respiración y coloca una mano debajo de tu ombligo y la otra sobre tu pecho. Respira profundamente por la nariz y permite que tu abdomen se eleve como un globo que se llena. Observe que la mano inferior sube y baja con la respiración y exhala, permitiendo lentamente que su vientre se desinfle. Cuanto más practiques la respiración diafragmática, más natural se volverá.

En el deporte, este tipo de respiración podemos aplicarla antes del entrenamiento como parte de nuestro calentamiento; antes de un reto deportivo como un partido o una carrera o al sentir tensión física en el cuerpo.
 
 

 
 
Respiración de larga exhalación

Este tipo de respiración está especialmente indicada para reducir los estados de ansiedad y mejorar la calidad del sueño. En el marco deportivo nos servirá especialmente en casos de nerviosismo antes de participar en algún evento deportivo.

Además, también nos permite recuperar el control de nuestra respiración y tener una mejor capacidad de recarga de energía durante ejercicios aeróbicos.

Para practicarla este tipo de respiración deportiva, acuéstese boca arriba con las rodillas dobladas y los pies planos sobre el suelo. Coloca una mano sobre tu abdomen y toma algunas respiraciones de forma relajada. Alarga la inhalación y la exhalación hasta que tengan la misma longitud, y una vez alcanzado este punto aumenta progresivamente la duración de la exhalación hasta que tenga una proporción de 1:2.


Respiración Bhramari o respiración de la abeja

Este tipo de respiración se emplea habitualmente en ejercicios de yoga puesto que induce a un estado meditativo al disminuir la presión sanguínea, ayuda a silenciar la mente y eliminar la ansiedad.

Su aplicación al deporte puede ayudarnos a tomar un mayor control sobre nuestra respiración en entrenamientos moderados o intensos e incrementar nuestro rendimiento y tiempos de recuperación.

Para practicarla, respira por ambas fosas nasales, manteniendo tus labios cerrados. Inhala en silencio y luego exhala también por la nariz haciendo un zumbido (como una abeja). Permite que tus labios y cara vibren con cada exhalación.
 
Ahora que conoces nuevas respiraciones, te invitamos a probarlas y una vez sepas cuál es la más efectiva, empezar a hacer prácticas diarias de 5 o 10 minutos con el fin de enseñar a tu cuerpo a respirar de forma adecuada durante tus entrenamientos, obteniendo así el máximo rendimiento en cada sesión.
 

La diabetes no es un obstáculo para practicar deporte

La diabetes no es un obstaculo para practicar deporte (aunque debemos tomar ciertas precauciones)

La diabetes es una patología en la que el cuerpo no puede producir insulina, -una hormona producida por el páncreas-, o no puede usar adecuadamente la insulina que produce. El papel de la insulina es regular la cantidad de glucosa (azúcar) disponible en la sangre, un nivel que el cuerpo debe regular cuidadosamente para garantizar que el cuerpo funcione correctamente, ya que demasiado azúcar en la sangre puede causar daño a los órganos, vasos sanguíneos y nervios. Además, el cuerpo también necesita insulina para usar el azúcar con el fin de obtener energía.

Tipos de diabetes

Hay tres tipos principales de diabetes. La diabetes tipo 2 es el diagnóstico más común, seguida de la diabetes tipo 1.

Diabetes tipo 1

La diabetes tipo 1 es una enfermedad autoinmune y también se conoce como diabetes dependiente de la insulina. Las personas con diabetes tipo 1 no pueden producir su propia insulina (y no pueden regular su azúcar en la sangre). Aproximadamente el 10 por ciento de las personas que viven con diabetes tienen diabetes tipo 1, dependiente de la insulina. La diabetes tipo 1 generalmente se desarrolla en la infancia o la adolescencia, pero también puede desarrollarse en la edad adulta. Las personas con el tipo 1 necesitan inyectarse insulina o usar una bomba de insulina para asegurarse de que sus cuerpos tengan la cantidad correcta de insulina.

Diabetes tipo 2

Las personas con diabetes tipo 2 no pueden usar correctamente la insulina producida por sus cuerpos, o sus cuerpos no pueden producir suficiente insulina. Aproximadamente el 90 por ciento de las personas que viven con diabetes tienen diabetes tipo 2. La diabetes tipo 2 es más comúnmente desarrollada en la edad adulta, aunque también puede ocurrir en la infancia. La diabetes tipo 2 a veces se puede controlar con una alimentación saludable y ejercicio regular solo, pero también puede requerir medicamentos o terapia con insulina.


Tener diabetes no tiene por qué ser una barrera para disfrutar activamente del deporte y del ejercicio, aunque es necesario tomar una serie de precauciones. En el artículo de este mes nos centraremos en la diabetes del tipo 2, la más habitual, ya que la de tipo 1 requiere atenciones aún más específicas, aunque en todos los casos recomendamos consultar con tu médico en caso de padecerla.
Es habitual encontrarse con ejemplos de deportistas con diabetes que han alcanzado algunos de los reconocimientos y logros más destacados del mundo. Futbolistas como Nacho o Borja Mayoral; la leyenda del fútbol Maradona o el boxeador Sugar Ray son solo algunos ejemplos de deportistas con diabetes que han llevado su rendimiento deportivo al máximo nivel.


¿Ayuda el deporte a la diabetes?


Es la primera pregunta que podemos hacernos a la hora de valorar la relación entre deporte y diabetes, y la respuesta es afirmativa. El deporte, o cualquier forma de ejercicio, se recomienda para todas las personas con diabetes, ya que aporta una serie de beneficios para la salud, principalmente una mejor sensibilidad a la insulina.

Ya sea por razones competitivas o simplemente por diversión, el deporte es una excelente manera de mantenerte sano, pero siempre teniendo en cuenta las precauciones correspondientes.



Cada deporte ejerce un efecto diferente sobre los niveles de azúcar en sangre.


Los diversos tipos de deporte pueden afectar de diferentes formas al cuerpo. Por ejemplo, caminar a paso ligero y trotar continuamente generalmente conducirá a una disminución en los niveles de glucosa en la sangre. Por el contrario, las carreras de velocidad y algunas actividades de la parte superior del cuerpo pueden conducir inicialmente a un aumento en los niveles de azúcar en la sangre, que disminuirá si la sesión de ejercicio es lo suficientemente larga.


Evaluar y llevar un seguimiento de los niveles de glucosa en sangre durante la práctica del ejercicio podrá darnos indicaciones sobre los diferentes efectos que cada deporte y su duración tiene en nuestro cuerpo. Cabe señalar que una sesión deportiva intensa o relativamente larga puede llevar a niveles más bajos de glucosa en la sangre hasta 48 horas después del ejercicio.

 

Rendimiento

Tener niveles de azúcar demasiado altos o demasiado bajos puede afectar negativamente a nuestros niveles de energía, necesarios para lograr un buen rendimiento deportivo. Por ello, es mejor mantener los niveles de azúcar en un rango objetivo. Las personas que toman insulina generalmente tendrán un buen nivel de energía si los niveles de azúcar se mantienen entre 5 y 11 mmol / L. Las personas con diabetes tipo 2 deberían intentar reducir en la medida de lo posible este rango.


Es necesario revisar los niveles óptimos que debemos mantener cuando practiquemos deporte, ya que el mejor rango dependerá de qué medicamento (si corresponde) estemos tomando, así como de cualquier otra circunstancia personal para lograr un rendimiento deportivo óptimo para nuestro cuerpo.



En Altea Sport Clinic defendemos un deporte para todos, y no deben existir barreras que se interpongan entre cualquier condiciones física y la posibilidad de entrenar nuestro cuerpo para beneficiarnos de sus efectos. Por ello, adaptamos nuestros entrenamientos a cualquier circunstancia haciendo un estudio detallado previo y planificando las rutinas de trabajo y objetivos ideales.